Después del lavado

Después del lavado

Cuidado en cada detalle 

No a la secadora: El calor es el peor enemigo de la lencería. Déjala secar al natural.
Sombra, no sol: La luz directa puede desgastar los colores. Busca un lugar fresco para secarla.
Adiós pinzas: Mejor coloca tus prendas sobre una toalla para que se sequen planitas.
Sin torcerlas: Elimina el exceso de agua presionando suavemente con una toalla.

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